Norwegian Wood|Roy Benson

        Hola a todos y bienvenidos al blog, hoy en el desafío de 52 versiones, desarrollo mi segundo personaje, si quieres saber de que va esto te dejo el link aquí, para leer el personaje anterior pícale a este link.

        Según la consigna mi personaje esta inspirado en el siguiente disparador:

•         Prejuicioso con poder   

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Roy Benson

Desde muy temprano en la mañana su móvil no había dejado de sonar, estaba muy cansado y lo único que deseaba era seguir durmiendo, pero él era el alguacil y cuando el pueblo necesitaba al alguacil tenía que levantarse a hacer su trabajo. No era un trabajo fácil pero alguien debía hacerlo y él era el más calificado para esa tarea, eso era lo que se decía así mismo. Pensando en esto se levantó de mal humor y antes de entrar a la ducha preparó la cafetera, esa era su rutina desde hacía quien sabe cuanto.

Dejó el móvil en modo vibración mientras tomaba su café, al menos se merecía un poco de paz antes de empezar el día. Era un hombre completamente entregado a su trabajo, demasiado tal vez como para poder comprometerse con algo más. A lo largo de sus casi cuarenta años había tenido varias novias pero jamás ninguna había soportado su estilo de vida, pero a decir verdad a él le gustaba así.

Después de tomar su desayuno, si es que se le podía llamar así a tomar una taza de café y mordisquear unas galletas, salió en la patrulla a dar su acostumbrada ronda por el pueblo. Los martes, salía a patrullar la zona este, así que eso hizo, se detuvo en varios locales para asegurarse de que todos los tenderos estaban bien y que no había ninguna novedad, a penas pasaba el medio día cuando ya había terminado con su ronda y después del almuerzo decidió pasarse por la oficina para terminar el papeleo que siempre se acumulaba por culpa de su afán de retrasarlo. Para cuando se dio cuenta, era hora de la cena, pero una llamada cambio sus planes.

La mujer al otro lado de la línea le pedía que fuera a visitar a Jeremia Smith, quien había encontrado señales de ultraje dentro de su propiedad y requería de su presencia inmediatamente. «¿Señales de ultraje?» se repitió el alguacil mientras apretaba los dientes, aunque no le agradaba sabía que el viejo Jeremia era visto como una autoridad dentro del pueblo, respetado y apoyado por muchos lugareños y sin duda era alguien a quien quería tener de su lado, así que pospuso su tan ansiada cena para acudir a la propiedad donde le habían solicitado «inmediatemente.»

—¿Lo ves Roy? —decía el hombre de blanco cabello ralo que le señalaba con ambas palmas extendidas la cerca rota y los restos de lo que habían sido unas bellas hortalizas ahora destruidas —parece que algo pesado fue arrastrado por aquí, lo destruyeron todo, toda esta sección totalmente destruida, ¿qué se supone que voy a hacer con la venta de la cosecha? No podré vender nada este año —seguía diciendo el hombre mientras encabezaba el sendero abierto por los intrusos mientras se acomodaba las pesadas gafas —¿y qué es esto? ¡¿Sangre?! ¡Dios mío! Te exijo que castigues a los culpables con todo el rigor de la ley, no podemos permitir que esto suceda en nuestro hogar, Norwegian Wood siempre ha sido un lugar tranquilo y es nuestro deber mantener esa tranquilidad por el bien de todos...

—Si, si… —decía Roy Benson mientras se daba vuelta e inspeccionaba la zona, en su experiencia seguramente se trataba de algún animal herido buscando refugio, hacía unos días el mismo Jeremia había reportado caserías en la zona cercana al bosque, «seguramente lo olvido, pobre viejito» pensó y además ¿quién era él para exigirle algo? Lo haría claro, pero porque era su trabajo —Elena —ignorando al hombre detrás de él habló por la radio —busca si hubo más reportes de disturbios anoche y… busca si hay personas desaparecidas —era poco probable, lo sabía, pero él no era de los que deja cabos sueltos e iba a cubrir todas las posibilidades.

—Copiado —decía una mujer joven —te enviaré los informes en cuanto los tenga y Roy, vuelve cuanto antes a la oficina, no se los detalles pero parece que hubo un arresto y la patrulla con el susodicho se dirigen hacía acá.

—Bien —fue toda su respuesta y entró a la patrulla —lo vamos a investigar, te lo aseguro —le decía al hombre que se acercaba a la patrulla con las manos en la cintura, mientras partía escuchó la voz amortiguada de Jeremia pero no entendió lo que le dijo, de todos modos no le importaba, tenía hambre tal vez antes de llegar a la oficina se detuviera a comer algo, parecía que iba a ser una noche larga y encima había empezado a nevar. Suspiró, extrañaba esos días tranquilos donde no pasaba nada en el pueblo, pero aquellos días le parecían cada vez más lejanos.

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Besos de chocolate.